skizofreña


     le conté a ese yo
  
   que yo era él    el cauto él

     ni se inmutó

     me dijo te digo sos yo

     el quimérico yo



     le dije al instante

     de dónde vienes caminante?

     pa dónde vas vagamundos?



     me dijo prolijo

     te digo amigo

     no vengo ni tengo

     no voy ni sostengo



     asciendo haciendo

     y en las estrellas desciendo



bajo cero

      esa mañana en particular
      pesaba fría sobre la luz matinal
      gélida como séptima noche en plutón

esa mañana en la que desperté
acostado en mi cama
me acosaba la desgana

sábanas hirvientes
aniquilaban todo intento de deshorizontalización
pues de ellas brotaban las más placenteras sensaciones
pues de ellas borboteaban mil placeres de ensueño

                             cálido como una tarde en el sol
                             yacía recostado en una playa de roca fundible
                             a los pies de un mar de magma

desde el abismo más interno de mi refugio antiaéreo

asomaban mis ojos
        lo observaban todo
mi nariz alborotadora se lucia como un volcán en erupción sobre las mantas
exhalando vapores condensantes y disolubles en la cruda atmósfera circular
                 me pareció ver un cristal de hielo volando
                                                                   hace frío afuera

.espontáneas

                              unjueves fuè
                              el ùltimo día  de  mì  era
                              salió el sol como siempre
                              esta   vez  como  nunca
                              y se quedó quieto en el ocaso
                             .justo  después  del  amanecer                          
                              en    el   mar
                              descendió la estrella roja
                              y   prendió  fuego  el aire

terra incógnita



 
camino por el mundo y me imagino un bosque helado.
andando la irresistible ruta salvaje, donde el mar es solo agua sólida y la lluvia un millón, exploro el desierto congelado de mi ambiciosa existencia. después de un largo periodo hibernando, caigo en un silencioso invierno revelador.  abrazándome, me despide el pasado. riéndolo me despido de pasado.
ahora lo sé: el vapor de mis suspiros me aturdirá hasta el último ocaso de mis días. no hay nada adelante. ni mierda en mis pies. solo el frío afilado acerado, hundiéndose en mi piel. y todo lo que dejé atrás, donde jamás volveré, desaparece en la ventisca gris.
desconectado de toda interferencia, siento sin dudas el fuego agitarse expandirse dentro mío y los demonios que se alejan.
me paro en el hielo y me sumerjo en el crudo paisaje. todo él por conocer.
hoy no voy a volver, hoy es hoy y nunca más.


Tras bambalinas