Gracias camaradas.
Ing. Albariño, su labor
ingenieril ha sido impecable, debo admitir que no tengo palabras para
expresarle mi gratitud, cualquier intento sería infructuoso, simplemente
gracias.
A usted Dr. Kovalski solo me
quedan estas palabras y mis mas sinceros respetos, sus invaluables aportes y
comentarios evitaron en numerosas ocasiones el colapso del pozo, evitando así
también el colapso de la moral y las energías grupales que tanto escasean por
esos lares. Por último quiero agregar que juntos no tenemos un límite a donde
podamos llegar. El cielo es nuestro, la tierra es nuestra. Sugiero (es más,
insisto) que nos propongamos metas cada vez más profundas, tanto en lo
espiritual como en lo que a la factoría de pozos se refiere. Para así poder
tocar el núcleo del asunto este, que algunos llamamos existencia y decir por
fin:
mierda, que pozo la puta que lo parió.-