él frecuentaba los bares
seduciendo cual copa lo encandilara
les cantaba
las encantaba
les cantaba
las encantaba
hechizadas
ellas
le ofrecían a él sus secretos sus aromas
y danzaban entre las gentes
multiplicándose en los espejos
derramándose risas
hasta que los relojes se infartaban
derramándose risas
y tintineos
y melancolías
hasta que los relojes se infartaban
y el mundo
se escabullía entre sus pies
se escabullía entre sus pies
Me encanto Giusepi. Me gusta leerte, lo disfruto!
ResponderEliminar( Seguro que la parte del "mundo escabulléndose bajo sus pies" la escribiste porque te acordaste de Juan y de mi y de nuestro amor incondicional . . yo se que si )
¡Cómo los amo! son los únicos en el universo que me hacen reír
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