si quisiera
algún día encontrarte
te encontraría,
no porque yo quiera
sino
porque habría dejado de buscarte
desde
hace tiempo.
y
de vos no esperaría nada
ni
de mí, ni de nosotros
ni
de todos nosotros.
sería
la rama de aquel árbol
me
habría convertido en la espina
de
ese erizo, en las fauces
de
algún puma.
me verías
reír, como aquella noche
en la
que siempre te vi.
la arena
estaba húmeda
la música
sonaba indiferente
en
la atmósfera atemporal
que
supimos crear entre todos.
del
reino de lo errante
solo
conozco las vertientes
que
caen hacia la nada
(el
abismo recurrente)
y en
el borde mi mente
que
se rehúsa al cadente fluir
de tus
encantos. Todavía.
acepto
el caos sin pausa,
nos
define un mundo
que
tiende a la armonía
y nunca
la intercepta.
somos
vértigo total e imperfecto
moviéndose
sin caer ni llegar
buscando
un remanso inexistente.
Bravo
y no
apareces en las esquinas
donde
te dejé en mis sueños
un
jueves lluvioso,
ni desapareces
de los laberintos
donde
soñándote te encuentro
estúpidamente.
(*)
de lo errante
solo
conozco las incongruencias
que
desatan el nudo en mi garganta.
y hasta
el cuello (la cabeza todavía no)
me
sumerjo en el mar sin costas
que
es esto.
(*) lo escribo, lo materializo. Ahora si me puedo reír
de oreja a oreja, ahora te creo. Abro la
palma y me libero de mi. Un paso más hacia… salgo volando, caminando mejor
dicho, con los pies en la tierra y el alma en los cielos… esa sí que vuela
lejos. Te imaginas? una palma que se abre cual flor y vos que salís de adentro,
como de tus propias piernas pariéndote desde la profundidad para después, en el
próximo mazazo de luz, volver a abrir la mano y salir, no de nuevo, sino por
primera vez siempre, pero cada vez más cerca (cerca de dónde?), como un fractal,
después de todo, como una mamushka hasta el centro ida y vuelta, siempre.
open your eyes and see.
see and close your eyes.-
Morir y nacer cada día. Me encantó hijo mío!
ResponderEliminarVos lo dijiste: no se trata de buscar (de una búsqueda implacable) tampoco de un "encontrar final". Se trata de encuentros infinitos ("una palma que se abre cual flor y vos que salís de adentro...para después, en el próximo mazazo de luz, volver a abrir la mano y salir, no de nuevo, sino por primera vez siempre") que hay que saber abrazar. Bello el escrito, como siempre!
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