hoy
jueves mil
trescientos cuarenta y tres
tipo ocho y media qué sé yo
onda nueve menos treinta crisantemos
te daba ese beso vital la mañana
arriesgando la noche entera aposté
entre sábanas y maquetas
a que no amanecería y que los pájaros
prenderían fuego una vela un árbol, anidarían por
siempre
en nuestras almas, bajo el cielo eternamente
estrellado
se nubló despacio, primero finísimas nubes altísimas
arañando el tornasol matinal
pronto, casi inmediata se desata
la densidad plomiza emergió gris vestida de flor
totémica
con sus epidermis efímeras y sus vientos centrífugos
incomprendidas, yo las busco y las cazo
tormentas de ayer y hoy .me sublimo
de su rebelión y mi estupidez me alimento
mate amargo
abrazaste el séptimo anillo de Saturno
allá donde sólo en sueños se puede llegar.
pero no, vos llegás ahí a mitad de cuadra
entre la verdulería y la parada del colectivo.
cómo te admiro esa parte donde no encaja
el mundo en vos.
saliendo de este plano terrenal entrás a otro
y quién sabe qué insólitas frutas arrancarás
de los árboles que dibujan tus enredaderas.
y te escucho murmurar, a veces, querer volver porque
te olvidaste algo, siempre verdades nodichas,
sepultadas en tu pecho. y acariciás las paredes
buscando la nota justa en la melodía del tráfico
y la rebelión en una buena puteada.
entonces esas cosas germinan en tu tierra,
y brotan de vos como una flor en un baldío.
vuelvo a admirar el tornillito que sobra siempre
cuando el mundo después de la tormenta
se vuelve a reconstruir
vos permaneces intangible y helicoidal siempre
mirás desde tu pilar
pero siempre uniendo soles y tierras distantes
con la gravedad que sabés crear a voluntad,
sabiendo que el cielo está acá abajo y no allá arriba
y que el infierno está acá arriba y no allá abajo.-
te la arreglás y encontrás el rumbo en la oscuridad
eso te diferencia del aglomerado
tu sensibilidad es otro ojo con el que saboreás
el terciopelo del telón nocturno
el néctar de la desesperación.
y me haces acordar cómo simulamos ser
si tomar mate era tan fácil antes,
decirnos y mirarse,
cómo nos hicimos
muñecos de nieve en pleno sol?
atrayente y orbitable en mi dimensión te orbité.
me acerqué como se arrima uno al borde de algo
esperando en el inconsciente un cataclismo florecer
porque por eso nos volvemos imprudentes
violentamente vertiginosos,
somos cartílago y adrenalina pidiendo fuego.
somos cartílago y adrenalina pidiendo fuego.
a gritos.
entre el vértigo y la claridad más diamantífera
entre el vértigo y la claridad más diamantífera
sentías esa curiosidad espectral (tuya) en la espalda,
todo es tuyo, cada creación sos vos que viene
y posee libertad, el jugo de la soledad.
como una mano que se hundía en la piel,
y querés que te empuje porque todavía sentís que falta
pero no, las cosas tienen otro motor, al abismo se
salta
al abismo lo encarás con los dientes, las falanges
la pestañas el corazón, con el acento en la última
sílaba
al abismo te entregás acaso te tragás
después de que se fueran todos y de la fiesta queden vasos vacíos
y nubes de perfumes en guerra .aclaremos no volver a
intentar descifrar
los silencios que nos remontan hasta acá
esto que es se dice solo . se dibuja en el aire
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