sor dumont






sus ojos no darían crédito de lo que estaba pasando,
el imponente glaciar los atravesaba sin tregua dejando un valle de esplendor a su paso.
el frío .  
la inmensidad.








... y de su pecho el fuego que brota encuentra su par en las densas profundidades de aquel abismo azul.
Su ser se abre ante él, se quiebra como el hielo y ríe,  
porque se encuentra en cada hoja, en cada ola, en cada nube.-

Tras bambalinas