para martillar algún oído . cornear algún ojo . descerebrar aunque sea una cabeza en la embestida
descenso
el acto no predica
el-acto-es-la-inmersión-profunda.
miro a mi izquierda, y ahí estoy
arrodillado rajando las piedras.
catapultando mis dedos en la costa
intentando profanar las tinieblas
del mar en mis adentros.
para germinar, si no...
para qué más?
con qué propósito entonces
hundimos nuestras raíces en la oscuridad
si no es para florecer y apuñalar al sol
y tomar su lugar?
nuestro destino
es brillar
ser un grito de luz
en la inmensidad de lo inconmensurable.
la escalera desciende,
siempre.
es que, ya somos dios,
el cielo nos pertenece.
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