ga ga



encontraba en las palabras

el pesar de otros.
mi pesar.

la joya de otros.
mi joya sagrada.

la marea abstracta
de las palabras
supo erosionar, sin cesar, la piel engrosada de mi alma.
que de tanto andar en recuerdos y pensares
perdió el sentido de lo auténtico y encalló en una costa infame.
se desató entonces, el ave que llevo dentro.
precipitó entonces, el cristal que latía en mí.

pero ahora,
inmundas letras,
a ustedes les digo,
colmo mis labios
con sonidos guturales,
babeo escombros de lo que alguna vez
edifique con símbolos.
harto, insatisfecho.
las escupo en el suelo.
cepillo mis dientes buscando borrarlas.

mi mente vagabundea sin rumbo,
ebria de sílabas y números,
agotada de querer ser. de mirar el dedo que apunta.
la observo atónito,
arrastrarse en la podredumbre del exceso,
manoteando botellas de palabras vacías,
intentando arrancarles una gota más.
prostituida ya.

harto.

vuelvo al silencio.

a ver si me arrimo
a las plantas,
a los minerales,
al aire que respiro.



facto impacto



pol se donta dra sua
climax nor ent climax sum.
peral expend
qual sima finde hayade.
pir knowas
ui buceat.
qual set dechert
et forx dal cosmavoid.

erald
dra interante
vaio tut fandere
emper emer fata
fra intino corpox



tracto contacto



jubil expan marilico
la creturca asceptaco
le skapero est liminiti.

nor qual sum
ex qual ox

ibisimmo cari
petal furti !!

ikariqui luft
berdete como soi
sai nata eternura



reducto imperto




dentra undicto, in la carpa catza
cara pazza fra limbex petal
per fracto impo into fal
dendenam griet yn la noctia laxa
mondo facto joxa, grata facta
campro soi
impio vivoi.
impren tho in mio corpox
fogo inizzio
in la suola eternurat
dil mio cortex coral.
ibismmo cari
eternurat cari
nata void
nata soi

tot
catate sendreno
pactan polo
nata ladare






no conozco la muerte
ni la recuerdo si así 
debiera ser.
no sé si es un perro maldito ladrándole a una puerta
el sol eterno brillando detrás de un bosque impenetrable.
una palabra
o una puta joda.

quizás sea la intersección de infinitas dimensiones.
una lotería de realidades.
el ingreso constante y perpetuo al ciclo infinito de la vida 
en sus incontables formas, matices y colores.
solo otra realidad
no más ajena que ésta, no más hermosa ni más barbárica.
otro peldáneo
en-la-escalera-en-espiral 
que serpentea 
alrededor, dentro y fuera de mí.

o

quizás no sea nada,
quizás sea la nada misma. trágicamente coherente.
perpetuamente alterada por el capricho de una inteligencia oculta 
e incognoscible
sin fines, sin propósito alguno mas 
que el de conocerse a si misma,
probarse en cientos de escenarios
bajo miles de formas
detrás de millones de rostros.
solo porque sí.
porque puede
porque es dueña de su alba y de su ocaso.
quizás espera
que algún dia la encontremos
porque sabe
que la buscamos
(porque se busca a ella misma)
con la sed del desierto
y la fuerza del cosmos.
así
de a uno
la vamos a encontrar
a la maldita
aunque nos matemos en el intento







voy, 
como van 
los astros por el cosmos : 
guiados por fuerzas 
inexorables
atraídos 
por el magnetismo 
de 
la 
nada 
misma. 

mientras
pivoteo en mi eje, 
la locura es lo único 
que tengo, 
es lo único 
que no temo perder. 
así
hasta que llegue el momento 
en el que me canse, 
o se canse el cosmos
de tenerme así : 
errante y cristalino. 
entonces, 
solo entonces, 
rozaré el limbo con mis labios, 
le haré el amor a la tierra 
y me desintegraré 
en una esfera de luz magnífica, 
brillaré 
como brillan mil soles al final, 
seré 
destrucción 
seré 
creación. 
seré albor
y seré ruinas.
aniquilaré 
el tiempo 
aunque sea 
un 
segundo





II



como una grieta
ingerido por la nada,
voy hacia la nada donde pertenece
mi alma insondable, el ser que me habita.
grito al sol, esa esfera implacable
que me trague.
que calcine todo lo que fui, todo lo que alguna vez
desee ser.
quiero convertirme en destrucción.
desolar las metrópolis
arrasar los bosques
aniquilar los vientos.

quiero ser el último ave
que proyecte sus sombras
en el último mundo
del último sol.


I




de canto con el ojo vi 
el vacío
             de la nada misma.

el aura de mi córnea, translúcida
fue erizada por lo hipnótico.
un círculo sin fin, 
cavado en el centro de mi frente,
crecía y crecía trágandolo todo.
hambriento y predispuesto
el abismo comenzó su rito.
la danza inexorable
de la metamorfosis.



Tras bambalinas